Las verduras son el mejor aliado para retomar hábitos saludables, y aunque lo ideal es optar por las frescas, las verduras congeladas son una excelente alternativa para quienes buscan practicidad sin sacrificar la salud. Eso sí, elegir bien es clave, porque no todos los productos en la sección de congelados son tan saludables como parecen. A continuación, te damos algunas pautas sencillas para que sepas cómo elegir las mejores opciones en tu próxima compra.

1. Revisa la lista de ingredientes: El truco está en que, cuantas más verduras contenga el paquete, mejor. La ley obliga a que los ingredientes se enumeren de mayor a menor cantidad, así que fíjate que las verduras ocupen el primer lugar. ¡Si el 100% son verduras, excelente!
2. Ojo con la grasa: Si el producto contiene algún tipo de grasa, lo ideal es que sea aceite de oliva, y aún mejor si es aceite de oliva virgen extra. Evita aquellos productos que incluyan grasas poco saludables o aceites de menor calidad.
3. Controla la sal: Uno de los puntos más importantes. Las verduras congeladas que han sido cocinadas o precocinadas a menudo tienen niveles altos de sal. Revisa la tabla nutricional y asegúrate de que el contenido de sal no supere 1 gramo por cada 100 gramos de producto. Si es más, mejor busca otra opción.
Para ayudarte en tu próxima compra, te mostramos dos ejemplos de productos congelados que sí destacan por su valor nutricional.

Con estas sencillas claves, puedes asegurarte de que las verduras congeladas que compres sean una opción realmente saludable. La próxima vez que vayas al supermercado, ¡no te dejes llevar solo por las imágenes del paquete y mira bien las etiquetas!